martes, enero 30, 2007

LOS DIOSES Y MI ALMA PARTE 2


-Así es….-

Fue lo último que dijeron los dioses; y yo, mi subconsciente y todo lo que habita mi alma estaban negados a su petición, por mi parte preocupado por los seres que más amo: mi esposa e hijos, mi familia y todas las cosas que considero me quedan por hacer.

No podía ceder así nada mas, como si fuese simplemente un contenedor inútil en este mundo, se que la mayoría de mis sueños los he cumplido pues, tengo mi esposa, mis gemelas y mi hijo, un buen trabajo, una familia espectacular, salud, dinero, que mas podría desear (eso pensaba hasta que los dioses decidieron hacer la petición), ahora podría decir que mi mayor sueño era estar con ellos el mayor tiempo posible que pudiese para ayudarlos a alcanzar sus propios sueños y deseos, también amar a mi esposa hasta el resto de sus días, que mas podría pedir un simple mortal.

Pensando esto en tan solo un segundo y los dioses tan solo deseando mi alma.

–Te dijimos que queremos tu Alma. Necesitamos estudiarte y comprender los sentimientos, además recuerda que ya cumpliste tu propósito-

"Propósito", cual se supone que es, pues no quiero irme de este mundo dejando a todos mis seres queridos con una soledad inmensa, además quiero amar a mi esposa hasta el resto de sus días y ayudar a alcanzar los sueños de mis hijos, pienso que ese es mi propósito

-No entendemos ese razonamiento de tu parte, además ya te dijimos que cumpliste con tu propósito, con eso que tenias que realizar en este mundo, ya no te queda mas por hacer, no intentes prolongar tu existencia, ya tu tiempo en este mundo ha terminado, además los seres que aman te recordaran por lo que fuiste y seguirán adelante, son los suficientemente fuertes para eso, además tu esposa tiene tu fuerza, esa que le has dado día a día durante este tiempo, en tu memoria seguirá tus principios y normas, todo saldrá adelante.-

Pero eso no es lo que deseo, quiero estar con ellos, no entienden que mi deber es con y para ellos. Pero no dijeron nada, solo un silencio enorme que embargaba mi ser, dijeron que no dolería, que solo seria un golpecito nada más.

-No podemos aceptar tu petición por lo antes mencionado, además necesitamos estudiarte, para ello has nacido, por ello has completado tu propósito antes de tiempo y por esto tienes que venir con nosotros.-

Entonces me puse a pensar en todas las cosas por las que he pasado, realmente concordaba, casi todo lo he logrado sin un esfuerzo extraordinario, he sido un buen hijo, he tenido unos buenos padres, un gran amor, que me trajo tres amores mas, siempre fui un estudiante sobresaliente, me toco tener un buen trabajo, nunca hubieron peleas, nunca hubieron reproches, en verdad esta vida me pertenecía, tantas cosas para que simplemente completara una encarnación, una vida mas, para que mi alma estuviese lista.

Es demasiado confuso pensar de esa forma, pensé que era una persona fuerte, de fuertes ideales y ahora solo pienso si en verdad lo he logrado todo por mi mismo o si todo se me fue otorgado, que desilusión mas grande tiene mi corazón en estos momentos.

- No debes estar confuso, para esto naciste, no te preocupes el futuro de tus seres amados será brillante, prometedor, y para que sepas tu esposa en 40 años alcanzara la elevación también, su alma también será llevada junto a la tuya, además ya ustedes han compartido varias reencarnaciones juntos, siempre enamorándose y juntándose en cada una de ellas.-

Entonces no hay manera de que esta confusión tenga sentido, debo entender que este es mi destino, pero mi alma se niega, mi cuerpo se niega, a que se me aleje de lo que mas quiero.

Y recuerdo como conocí a mi esposa, estaba en 6to de primaria y llego una chica nueva a mi curso, era hermosa, de pelo castaño por la cintura, color de piel canela, piel sedosa, ojos grandes como soles, curvas de carretera, graciosa, inocente, simpática, todo lo que podría desear. La mire, se sentó a mi lado y me sonrió, allí empezó todo.

Yo por mi parte callado, observador, me la pasaba dibujando amaneceres con su sonrisa, escribiéndole poesías, deleitándola con mis palabras, ella por su parte ofreciéndome su sonrisa, el toque de sus manos, apoyándome en mis estudios, pasando tiempo conmigo, nos volvimos inseparables.

Y pasamos juntos los años posteriores, creciendo juntos, en cada primavera teniendo una o dos pulgadas mas, creciéndonos el cuerpo, siendo menos ingenuos, pero igual de tiernos, éramos la pareja mas popular, la que mas tiempo permanecía junta, nunca discutimos y nos compenetramos tan bien que nunca hubo necesidad de externar con peleas un desacuerdo, para eso hablábamos y solucionábamos todo de la manera mas conveniente.

El pensar los helados, las cremas de batir, los chocolates, las rosas, las miradas, las caricias, morir en su cuerpo, levantarme con su pelo, todo ese tiempo, tendríamos que tener mas de quince años juntos, sin preguntas, sintiendo el amor verdadero, ella mi primera, yo su primero, que mas podría desear.

Pasamos a la universidad, vivíamos juntos, estudiando y compartiendo apartamento, noches salvajes, nuestros padres contentos, temerosos, pero contentos, quien podría querer que nos casáramos con lo bien que nos llevábamos, además lo primordial era terminar la carrera, no había prisa para eso, confieso nunca vi con otros ojos a ninguna otra chica, no tenia la necesidad, tenia todo lo que quería, ella por su parte hacia lo mismo, tenia muchos pretendientes, hasta ricos y poderosos, yo por mi parte admiradoras de mis poesías, locas por caer rendidas a mis pies, pero ninguno pensaba en eso, es que éramos un alma en dos cuerpos, no existía espacio para mas.
Hasta que terminamos, yo ingeniero, ella arquitecta, y pensar que se suele considerar a los ingenieros malos con las letras, ella por su parte diseñando, yo construyendo, ya teníamos un futuro mas que juntos, mas que preparados, decidimos casarnos, formar una familia y eso hicimos, nuestros padres contentos, sin ninguna queja, nunca la tuvieron.

Pensaba lo afortunados que éramos y hasta un punto sentía miedo, de que acabara, que puedo decir, todo nos salía bien, teníamos salud, amor, unos padres comprensivos y que se agradaban, pasábamos tiempos juntos en familia sin nunca tener percances.

2 comentarios:

YannyRamz .- dijo...

Es mas que 'comprensible' que no quieras dejar tu familia; tanto tiempo juntos. Entonces, terminaras por aceptar que 'te tienes que ir?'
Cuidate

Floralba dijo...

Que lio, que lio...